La idea de hacerse un tatuaje generalmente nace de un momento determinado, ya sea por una experiencia vivida o simplemente por una nueva perspectiva en nuestras mentes. Sin embargo, es posible que no sepas que, dependiendo de la época del año en que nos encontremos, el proceso podrá variar, de manera que vamos a intentar desvelar las dudas acerca de qué momento es el mejor para tatuarse.
Las ventajas de cada época para hacerse un tatuaje
Vamos a diferenciar dos épocas del año principales que son el verano y el invierno, ya que en ambas es frecuente la realización de todo tipo de trabajos, pero vale la pena que consideremos algunas recomendaciones ya sea para elegir el momento ideal o para mejorar las perspectivas si lo hacemos fuera de época.
Hacerse un tatuaje en invierno
Los meses de frío son los mejores a la hora de hacerse un tatuaje, y esto se debe a que la temperatura, al ser más baja, no sólo evita que sudemos, sino que además también cubrimos más nuestro cuerpo por lo que hay una mayor protección.
Lo ideal es que la temperatura sea inferior a 30 ºC, con lo que tendremos más garantías no sólo de que el tatuaje quede perfecto, sino de evitar molestias e incluso infecciones.
Pero ¿por qué el calor afecta negativamente a nuestro tatuaje?
El verano y los tatuajes
Por el contrario, el verano se convierte en la época del año menos recomendable para hacerse tatuajes debido a diferentes factores que van desde el efecto del sol hasta el sudor.
Hay que tener en cuenta que, cuando nos hacemos un tatuaje, durante las primeras semanas vamos a tener que extremar las precauciones.
No sólo debemos mantenerlo bien limpio y alejado de riesgos de infección, sino que además, también hay que llevar un protector de plástico, lo cual con el calor se puede convertir en un auténtico incordio.
Cabe destacar que en estos meses es habitual que vayamos a la playa, la piscina, etc. pero si nos acabamos de hacer el tatuaje, una de las premisas fundamentales es no mojarlo, y menos con aguas que tienen una alta concentración en sal, cloro, etc.
Ni que decir tiene que el sudor es otro de nuestro grandes enemigos, y precisamente en verano es casi imposible no sudar salvo si nos quedamos todo el día metidos en un sitio con aire acondicionado.
El efecto del sol sobre los tatuajes recién hechos también es otro punto a considerar.
Básicamente, la tinta puede ir modificando su tonalidad, pudiendo incluso llegar a difuminarse.
No obstante, es importante tener en cuenta que todos estos aspectos van a variar de forma considerable en función de cada persona en particular, es decir, los hay que sudan poco, o que no van a la piscina o la playa en verano, etc., por lo que en cada caso deberemos estudiar nuestra condición específica, pero siempre tendremos en cuenta la seguridad por encima de todo.
Consejos si te vas a tatuar en verano
Es muy importante partir de la base de que los primeros 15 días son determinantes para el resultado final del tatuaje, por lo que si has tomado la decisión de tatuarte en verano, no te preocupes, ya que siguiendo estas recomendaciones podrás hacerlo con todas las garantías:
- Evita exponerte al sol durante las horas en que es más intenso.
- Utiliza crema bronceadora de calidad y con un índice de protección solar alto.
- Si no te queda otra que estar en el sol, reduce al máximo el tiempo de exposición.
- Hidrátate bebiendo agua.
- Hidrata también tu tatuaje de forma regular.
- Procura no exponerte en exceso al calor para reducir la sudoración.
- Debes mantener la higiene de la zona del tatuaje tal y como te ha explicado tu tatuador.
- No te bañes en la piscina o en el mar en esos primeros 15 días.
En definitiva, la mejor época del año para hacerse un tatuaje es durante los meses en los que la temperatura es inferior a 30 ºC, pero si nos lo realizamos durante el verano, simplemente tenemos que seguir los consejos de higiene y protección que os hemos indicado y conseguiréis que pronto se recupere y se muestre en perfectas condiciones.
