Los tatuajes son un modo de arte que se remonta a los orígenes del hombre, y aunque no se conoce con exactitud cuándo se originó esta costumbre, se sabe a ciencia cierta que ha tenido diferentes cometidos a lo largo de toda su historia y desarrollo, permitiendo desde identificar la pertenencia a un grupo hasta incluso como recurso para mejorar la técnica durante la caza, de manera que vamos a estudiar su origen y el uso actual para poder comprender en qué grado se trata de una combinación entre arte, moda y expresión corporal.
El origen del tatuaje
Es muy complicado poder precisar el verdadero origen de los tatuajes, ya que, conforme van pasando los años, cada vez se descubren nuevos remanentes que poco a poco ayudan a enfocar mejor su evolución.
Los últimos restos hallados datan de aproximadamente unos 5300 años, y se trata de un hombre que fue encontrado en el año 1991 en un glaciar en la zona entre Austria e Italia.
Según las investigaciones, se trataba de un cazador que pertenecía a la última fase de la Edad de Piedra, es decir, al neolítico.
Este hombre presentaba tatuajes tanto en la espalda como en las rodillas, convirtiéndose a día de hoy en la mayor expresión del origen e historia de los tatuajes.
También podemos encontrar múltiples vestigios de diferentes épocas que, posteriormente, fueron desarrollando los tatuajes en distintas direcciones.
De esta manera, queda claro que históricamente los tatuajes no eran simple moda, aunque evidentemente también han formado parte de ella, sino que se trataba de una forma a través de la cual las personas y grupos se definían mediante imágenes que plasmaban en su propia piel.
Poco a poco, se ha ido observando que estos tatuajes iban adquiriendo una representación más artística, ampliando el catálogo y creando grandes diferencias y distintos periodos con características particulares que han sido las que han ido soportando las nuevas creaciones.
De hecho son muchas las técnicas utilizadas históricamente a la hora de realizar tatuajes, pasando desde las agujas que se utilizan en la actualidad hasta los tatuajes cosidos, marcajes mediante quemaduras, tatuajes realizando cortes e incluso la utilización de las propias cicatrices por parte de personas de piel más oscura para crear tatuajes de color claro sin emplear tintas.
Tatuajes; moda, arte y expresión corporal
Esta evolución se ha podido plasmar en la actualidad gracias al seguimiento histórico de todos los cambios que se han podido conocer hasta la fecha, de manera que a día de hoy concebimos los tatuajes como una combinación de moda, arte y expresión corporal.
La moda es inherente en este tipo de costumbres, ya que es la que empuja a que dentro de un grupo, civilización, sociedad, etc. exista una mayor o menor tendencia a la hora de hacerse tatuajes.
En cuanto al arte, debemos entender que el tatuaje ha trascendido de ser un mero indicativo de algo, es decir, un dibujo en el cuerpo que indicaba tu puesto en la sociedad, profesión o actividades que desarrollabas, pertenencia a un determinado grupo o escala, pertenencia a una familia, etc., a convertirse en un elemento verdaderamente artístico.
Incluso en épocas pasadas como puede ser la civilización egipcia, tenemos claras muestras de que el tatuaje también iba adquiriendo un importante y destacado valor artístico, y de hecho, en la actualidad es muy relevante a nivel mundial e incluso se estudian nuevas formas de crear auténticas obras que nunca antes hubiésemos podido imaginar dar a luz en un lienzo tan personal como es la propia piel.
De igual manera, también tiene un fuerte componente en cuanto a expresión corporal, ya que aunque el elemento artístico ha pasado a trascender y abarcar un alto porcentaje de las razones por las que hacerse un tatuaje, lo cierto es que seguimos intentando transmitir algo a través de ellos, quizás no tanto la pertenencia a un grupo social, pero sí algo más directo y particular como puede ser aquello que está relacionado con nuestra personalidad.
Como podemos observar, el concepto de tatuaje ha ido cambiando a lo largo de la historia, e incluso en el presente podemos encontrar una amplia variedad de razones por las que las personas deciden tatuar partes de su cuerpo, observando desde las habituales tendencias de moda hasta la búsqueda del arte a la par que un elemento de expresión corporal destacado, personal y duradero.