Avantgarde Tattoo Barcelona

Lo que no debes hacer el día del tatuaje

Lo que no debes hacer el día del tatuaje

En el momento en el que llegue el día del tatuaje, es importante que lo tengas todo bien preparado y sobre todo prestes atención a estas recomendaciones que hemos preparado con el objetivo de garantizar la seguridad, mejorar los resultados y por supuesto también evitar ser una molestia para el tatuador, que recuerda está haciendo un trabajo artístico en ese momento, por lo que necesita concentración y tranquilidad.

Asegúrate de que vas bien aseado el día del tatuaje

Vamos a empezar con algo básico y que todo mundo debería entender, pero que en ocasiones tenemos la mala suerte de topar con personas que no se fijan en estos detalles, y es que no hay nada más desagradable que tener que pasar horas trabajando en un cuerpo que no se ha duchado en días.

El día del tatuaje tienes que ir muy bien aseado y hacer que la situación sea agradable tanto para ti como para el tatuador, y en la medida de lo posible evita también los olores excesivamente fuertes; con una ducha, un poco de desodorante y una colonia suave es más que suficiente.

El precio ya se ha pactado, así que no es el momento de que intentes regatear

No hay nada más horroroso que intentar regatear el día del tatuaje.

Si en su momento aceptaste el precio, no es de recibo que le des vueltas el día en el que se va a realizar el trabajo, por una parte por simple educación, y por otra porque es importante que el tatuador esté tranquilo y no tenga calentamientos de cabeza innecesarios.

Elige bien a tus acompañantes

Sabemos que se trata de un día muy especial para ti, pero eso no significa que tengas que hacer partícipes a todos tus amigos y familiares.

El día del tatuaje hay que ir solo o acompañado por una persona, la cual se quedará fuera o también puede estar dentro siempre y cuando no moleste.

No es el mejor momento para estar de charla con amigos, ya que esto puede distraer al tatuador con lo que los resultados pueden empeorar.

Escucha a tu tatuador

Ten siempre en cuenta las recomendaciones de tu tatuador, e incluso analiza los cambios que te pueda proponer en un determinado momento.

Recuerda que tiene mucha más experiencia que tú, y puede ver cosas que para ti todavía pasan desapercibidas.

La música, de puertas para afuera

Hoy en día está muy de moda llevar el móvil con la música a todo trapo, lo cual molesta absolutamente a todo el mundo.

Esto está muy bien en la calle, donde vas a causar molestias a corto plazo, pero si tu tatuador está trabajando, lo último que debes hacer es crearle molestias y distracciones innecesarias.

Hay tatuadores que prefieren trabajar con música, pero eso será algo que deberás dejárselo a él, ya que es el artista y el que tiene que estar concentrado y tranquilo.

No es el momento de que le cuentes tu vida y milagros

Dependiendo del tatuador, es posible que le apetezca hablar o, por el contrario, sea de los que prefieren el silencio.

Piensa que se tiene que concentrar adecuadamente, por lo que evita molestarlo más de lo necesario, y dale conversación si ves que se presta a ello, pero si permanece callado, mejor déjalo que trabaje y que todo salga lo mejor posible.

No tomes drogas el día del tatuaje

Es muy importante que el día del tatuaje no tomes ningún tipo de droga.

Tan sólo se aceptan los medicamentos que hayas comunicado a tu tatuador previamente y que te haya informado que no hay problema con ello, pero el resto de drogas ni se te ocurra probarlas.

Al menos deberás estar un día sin consumir drogas o alcohol, y recuerda que aunque en principio te dé un poco de miedo someterte al proceso, en realidad te vas a aclimatar rápidamente, por lo que puedes olvidarte de los nervios.

Recuerda que las drogas pueden ser muy perjudiciales no sólo para tu salud, sino para el proceso de tatuado, ya que por ejemplo el alcohol es vasodilatador, y por tanto hará que pierdas más sangre, el trabajo sea más complejo y la herida tarde más en cicatrizar.

Teniendo en cuenta estas recomendaciones para el día del tatuaje, vas a tener muchas más posibilidades de disfrutar de un mejor resultado.